K-Dramas para olvidarte un rato de Chile

¿Cómo se le puede juzgar el gusto a una chilena que trata de sobrellevar el trauma de su país, en medio de una pandemia como la que vivimos? Supongo que cada una canaliza como puede. Hacer pan, lives de IG, aprender coreos de TikTok, ver cualquier serie que se te cruce, con tal de olvidarte un ratito del abrumador periodo histórico local y global que atravesamos.

Menos juzgar y más recomendar. Porque nunca se sabe cuándo una recreación puede ser el vortex de canalización que necesitamos. De persona que no consume más que repeticiones de series como Twin Peaks y Sabrina, la bruja adolescente, a pasar de largo viendo k-dramas, un rotulado para las producciones surcoreanas, hoy disponibles y subtituladas por toda internet (Gracias Victoria Parma, tkm).

La peculiar forma que encontré para airear la cabeza y llenarla de imposibles que producen bienestar; ficciones que han derrumbado prejuicios culturales y se transforman en la posibilidad de desplazarme por el mundo sin sacarme el pijama. Además, una terapia personal. La posibilidad de reencontrarme con sentimientos olvidados, de permitirse volver a la simpleza de la ilusión en tiempos en las que no sabía dónde encontrarla.

Crash landing on you – Aterrizaje de emergencia en tu corazón

Escapar de los pacos, tratar de obviar el sonido del helicóptero que nos vigila día y noche, entenderse encerrada, perder el empleo, sobre venderse para poder pagar cuentas. Un escenario adverso que queda minimizado por una ficción que logra ponerme en perspectiva. Hay muchos problemas en el mundo, incluso en la ficción, y eso logra generar un poco de esta paz que necesito.

Yoon Se-ri es una heredera surcoreana que cree tenerlo todo en un sistema que la ha privado de lo esencial, que aterriza por accidente en Corea del Norte para toparse con una tropa de milicos ordenados a matar a cualquier posible espía o desertor. Una historia de supervivencia que termina en una de las teleseries más bonitas que vi, no sólo por el buen OST, las locaciones, lo apegado del relato a lo que se vive en ese pedazo de Corea o la fotografía, también por la capacidad que tiene esta ficción para hacerte entender que la adversidad viene en todos los idiomas y enemigos.

No puedo dejar de mencionar la catarsis que significó el permitirme el disfrute con el romance, un tópico adormecido por miedos, traumas y ese apretón de preocupación que nace cuando se piensa en las posibilidades -rosas y negras- que otorga un amor épico.

Sojus: 9/10
Disfrutable si: te llama la atención el contexto político de Corea, estás lista para llorar a mares, eres una romántica empedernida o con ganas de sentir mariposas en la panza.

Si te interesa profundizar en esta serie, puedes escuchar el cuarto capítulo de “Wena la wea”, un podcast a cargo de Gerty Oyarce -que muy amorosamente me invitó a conversar-.

Secret Garden – Jardín Secreto

¿Vi este dorama sólo porque fue el primer gran éxito del protagonista de Crash Landing on You? Para qué te voy a mentir. Una teleserie con todas sus letras, hecha hace una década, en la que el choque cultural mutó a otros niveles. Muchas cosas han cambiado en diez años, no sólo en esta parte del mundo; en pleno 2010 el trato del romance heterosexual era mucho más sórdido y violento que en 2020, más en una producción como esta.

Un pretencioso millonario se topa con una actriz doble de acción, y las magias ancestrales terminan intercambiando sus cuerpos. Un freaky friday oriental en el que el protagonista aprende por obligación las dificultades cotidianas que se enfrentan como mujer: de un sostén a las miradas lascivas.

Sojus: 7/10
Disfrutable si: viste Lola, te gustan las teleseries de Mega (de hecho, pasaron Jardín Secreto), no te da cringe revivir la estética y moda de comienzos de década, puedes soportar hombres protagonistas más cercanos a una bolsa de caca que a un héroe (tranqui que es ficción y las cosas terminan mejor que en nuestra propia vida).

Hyde Jekyll, Me

Para terminar la trilogía de mi pololo a.k.a Hyun Bin, está Hyde Jekyll, Me. Goo Seo Jin es un chaebol (heredero) de tercera generación, un completo idiota en el papel, que en la práctica va exponiendo su trastorno de personalidad. Si su personalidad principal se caracteriza por un temperamento cruel, su otra versión, Robin, es un humano bastante decente y cándido.

La recomendación pasa por dos puntos: 1) no sé qué tan común es abordar este tipo de temáticas en uno de los países con más suicidios y tabúes en torno a la salud mental y 2) el viaje del protagonista, por descubrir qué personalidad es más real, termina siendo compartido. ¿Será que sólo soy buena o mala o soy un constructo complejo de acciones que ni siquiera deberían ser catalogadas bajo juicio? Da para pensar, sin dejar de lado la acción y el romance.

Sojus: 8/10
Disfrutable si: crees que la bondad y la maldad son conceptos demasiado religiosos para medir las consecuencias de nuestras acciones.

What’s Wrong with Secretary Kim? – ¿Qué le ocurre a la secretaria Kim?

No todo es tan denso. O sí. Me di muchas vueltas antes de ver este dorama pero no hay desperdicio. Romance por montones en las mismas lógicas previas: hombre insoportable, mujer incondicional. La heterosexualidad misma en casi 20 capítulos. Hombre que no es capaz de ver que una mujer es más que su asistente y una adulta que quiere dejar de ser la acompañante invisibilizada por el jefe de turno.

Suena una lata, pero si te has visto alejada de la coquetería y el amor romántico más tradicional, puede ser una buena pasada para volver a la emoción de la tomada de manos o el cariñito en la cabeza. A diferencia de la mayoría de los k-dramas, donde el beso es el cierre de la historia, en esta hay un par de escenas más apegadas a la intimidad real de una pareja.

Sojus: 8/10
Disfrutable si: necesitas romance, te gusta ver series en plan maratón, necesitas un crush (Park Seo Joon es un gran candidato).

Something in the rain – Bajo la lluvia


Bordear los cuarenta es difícil en cualquier parte del mundo cuando eres mujer. Yoon Jin-Ah, personificada por la misma actriz de CLOY, vive soportando a un prometido violento, compañeros de trabajo secos para invitar a las colegas a curarse para propasarse y una mamá sumamente exigente con su posición social. Y como todas, se apoya en la amistad honesta que sólo otra mujer puede darte.

En medio del pánico por la vejez y la crisis de existir en montón de injusticias, un veinteañero (y hermano menor de su mejor amiga) llega a revolverle la vida. Supongo que todas nos vamos haciendo más rudas con cada experiencia, y terminamos en periodos amargos en los que el disfrute escasea y el pesimismo se vuelve una constante. No es de caprichosas ni malagradecidas, es más bien un mecanismo de defensa mal dosificado.

Amigas y/o coqueteo, sin importar la edad, pueden ser la salvación y el rescate para esos periodos más feos. Una serie mucho más indie en sus decisiones sonoras y estéticas, más de pensar y menos de gritar, pero imprescindible para visitar cuando la vida parece un laberinto de malos causados por hombres mediocres.

Sojus: 8,5/10
Disfrutable si: necesitas contención, o sientes que estás muy adulta para disfrutar de las cosas más livianitas de la vida.

Itaewon Class


Park Seo Joon se repite el plato en esta lista, protagonizando uno de los k-dramas más populares de la línea Netflix. Una muerte transforma la vida de Park Saeroyi, quien mediante la amistad y la constancia logra ir dejando atrás depresiones y momentos feos, sin olvidarlos pero sí transformándolos en combustible para pasar del sobrevivir al vivir.

Además de una historia emocionante, que te mantiene con la intriga a tope durante los 16 capítulos, es una serie que se hace cargo de temas como la xenofobia y la transfobia, en una sociedad experta en obviar las conversaciones que importan. Es una buena puerta de entrada para aclimatarse a Corea, con un tratamiento más occidental o netflilezco de sus ejes centrales.

Sojus: 7/10
Disfrutable si: quieres introducirte en los k-dramas, te gustan las pandillas de amigues capaces de ganarle al mundo, necesitas motivación para perseguir tus aspiraciones logrables.

It’s Okay to Not Be Okay – Está bien no estar bien

El último dorama que vi, el primero que seguí en tiempo real. Esperar toda una semana para ver nuevos capítulos es algo que no había experimentado con estas teleseries, y quizás el factor ansiedad hace que la recuerde con tanto cariño. Factura 2020 nivel Netflix, de que se ve bien, se ve bien.

Ko Moon-young es una escritora infantil, que mediante el miedo plasma moralejas y crecimientos; historias en las que vamos conociendo los detalles crudos de su infancia, mientras Moon Gang-tae, un enfermero de hospital psiquiátrico, trata de escapar de los suyos.

El uso de recursos técnicos creativos empuja a esta serie que, de base, ya es buena, pero que logra embellecerse con la humanidad que se le da a los estados anímicos por los que todes pasamos. Sin romantizar periodos oscuros pero sí dando la posibilidad de entenderlos desde otras veredas, mucho más luminosas que el nadar en los problemas.

Es una producción que permite cuestionarse estabilidades, que da espacio a muchas reflexiones, como esta a cargo de Gerty (mi compañera de doramas <3).

Sojus: 8/10
Disfrutable si: la pandemia te tiene confundiendo aburrimiento con pena, te gusta el suspenso, quieres ver a una protagonista badass as fuck.

Goblin


Esta serie es súper popular y se justifica. La eternidad puede ser un castigo, ¿qué queda por sentir cuando llevas 900 años con vida? Supongo que relacionarse de maneras peculiares con la muerte y les mortales.

Una de las cosas que más me ha conmovido de consumir entretenimiento coreano, es el respeto que existe por tu vida, pero no sólo la presente que proteges y sientes, también las que ya fueron y las que vendrán. Todo lo que haces en este periodo de tiempo agotable puede tener repercusiones; para ti, para quienes te rodean. La moraleja termina siendo similar siempre: si haces daño, probablemente, termines pagando por eso. En esta vida o en la futura. Y nadie quiere acarrear sus males por mil años.

El romance principal puede significar un choque debido a la diferencia de edad, pero rápidamente la historia salta en el tiempo y es mucho más llevadero, sobre todo entendiendo el contexto de la eternidad. Lindo OST, linda foto, lindas locaciones, pero más que todo eso: una forma muy oriental de presentar una ficción y los ejes centrales de lo que se quieren contar en ella.

Los atrapes, coqueteos y espiritualidades pero relatados con la sabiduría de una sociedad con mucho más edad que esta que nos tocó habitar. Gente que lleva siglos pensando en lo que son, los cómos y porqués de sus existencias. Goblin es un poco eso, salir de la primera capa de la emoción (la culpa, la pena, el miedo y el aburrimiento) y llevarlo a terrenos más profundos, difíciles de atravesar pero mucho más significativos para el vivir.

Sojus: 9/10
Disfrutable si: te sientes poco espiritual por no encajar en la iglesia o la carta astral, necesitas males ajenos para dimensionar los propios, te urge un poco de esperanza en esto llamado vida.

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