Gepe dice que la canción es como una casa y tiene razón
En la mañana despertamos con la noticia de que en Bolivia estaban indignados con la presentación de Gepe en el Festival de Viña. Lo que para muchos ha significado un símbolo positivo de una nueva etapa que está viviendo la música en Chile -más allá de los gustos personales- en Bolivia es motivo de enojo.
En este programa “analizaron” la participación de bailarines vestidos con trajes típicos de las fiestas altiplánicas, con comentarios como “se están mofando de nuestra cultura de nuestros bailes”, “qué descaro, qué pena, qué bajeza, ya no tengo más palabras para describir el ridículo que hacen estos señores vestidos así, faltándole el respeto totalmente a nuestra cultura” y (el más chistoso/triste de todos, a continuación) “sabes qué deberíamos hacer los bolivianos? Agarrar una especie de cueca chilena y bailarla al ritmo de bailecito o utilizar los trajes tipicos de Chile. Pero no vamos a rebajarnos a una discusion así, vamos a mantener las cosas en una altura bastante cultural (…) hagamos una queja internacional y por favor que dejen de utilizar para lo que sea nuestra cultura”.
En el cuartel de EMF estamos, IMPACTADOS. Por varios motivos.
En primer lugar, los amigos que comentan esta presentación en ese programa no tienen idea de quién es Gepe, de lo que hace y tampoco del formato de show que se hace en Viña del Mar, aunque es un festival que es más viejo que el hilo negro. Amigos, el Gepe es un cabro que mezcla pop con folclore hace rato.
“Yo creo que en términos de estar más cerca o menos cerca al folklore creo que desde un principio, o por lo menos desde principios del 2000 yo escuché algo así como folklore, y la verdad es que me llamó tanto la atención que nunca pude separarme de eso. De hecho hasta ahora he seguido insistiendo en lo mismo, pero siento que ha sido de la manera más honesta posible. Yo creo que desde el disco “Gepinto”, o inclusive el “5×5″, lo folk que rescaté ahi fue la verdad que yo sentí adentro. Era la música que yo estaba escuchando: Violeta Parra, Gabriela Pizarro, Margot Loyola; y que después se fue ampliando a otras cosas, otras influencias”, dijo en una entrevista publicada en uno de nuestros blogs favoritos, Rock En Las Américas.
Tampoco olvidemos los tintes folclóricos que siempre estuvieron presentes en Taller Dejao y los conciertos que realizó con la folclorista argentina Jacinta Pichimalén, por allá en el 2005.
Por otra parte, en aquel programa reclaman porque la producción del festival le concedió bailarines con trajes típicos al solista, mientras que al representante de Bolivia en la competencia folclórica no. WAT. Sí. Eso. Bueno, amigos del matinal boliviano, les cuento que ese show lo presenta Gepe desde que toca esa canción, desde el día del lanzamiento de ese disco. Esos bailarines son parte de su espectáculo, no los puso el festival.
Finalmente, pensamos ‘ok, es un matinal. A veces, acá en Chile también vemos a gente hablar en los matinales y no tienen idea de nada’, así que lo olvidamos y todos muy felices. PERO, para rematar nuestra sorpresa, hace un rato apareció otra nota al respecto.
Impactados de nuevo.
“Groux sostuvo que lo sucedido muestra “la ignorancia de los productores del Festival de Viña del Mar respecto de manifestaciones folclóricas reconocidas por Unesco como Obra Maestra del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad”, dice la nota publicada en El Mostrador.
Y después de leer todo eso, me dan ganas de lanzar un gran puta la hueá de decepción frente a la raza humana ¿Por qué? Por varios motivos:
1.- Son manifestaciones reconocidas por la Unesco, vale. Como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad ¿qué significa esto para una ciudadana encantadora común y corriente como yo? Significa que es tan importante, tan increíble que debe ser mostrado, alabado, reconocido y expuesto en todas partes, para todas las generaciones, de todas las formas posibles. Al parecer, para algunos políticos no.
2.- Más allá de tu gusto personal frente a la propuesta de Gepe, es un artista que desde su gusto honesto por la música lleva años mezclando ritmos que, tradicionalmente, nunca se han mezclado. Estoy segura que a través de este tipo de canciones y puestas en escena, muchos niños y adolescentes han podido reencantarse con ritmos altiplánicos, superando el trauma eterno del Trote Tarapaqueño que los hacían bailar en el colegio. Obligados. Sin darles mayor explicación de por qué es importante conocerlo ni transmitirlo.
3.- Me sorprende la ignorancia extrema, tanto del Ministro de Cultura como de los conductores del programa, diciendo que esto es exclusivamente boliviano. Les cuento amigos, que en Chile también existen fiestas de carácter religioso, como la fiesta del Rosario de Andacollo y La Tirana, que se realiza todos los años en julio, en honor a nuestra preciosa Virgencita del Carmen.
En La Tirana hay varias danzas, como los Chunchos, que son bailes mixtos de origen boliviano. Estos son los bailarines que llevan una lanza de madera y se acompañan además de percusiones y bronces, con trajes de colores, plumas y penachos en la cabeza. También están los Kayahuallas, de origen prehispánico y similar al Trote. Además, a esta fiesta llegan muchos extranjeros que quieren conocerla, pero sobre todo, muchos fieles religiosos, de Perú y Bolivia. Es hermosa.
Caricatura del diario Página Siete
Me da pena vivir en un mundo en que es más viralizable el juicio sin argumento, la opinión ignorante y el discurso nacionalista asqueroso. Me da pena vivir en un continente tan bacán y tan desaprovechado en términos culturales. Me da pena vivir en continente con seres humanos que sigan pensando que los límites políticos delimitan también al arte.
¿Cuál es la lógica de prohibir que la música se toque? ¿Que los bailes se bailen? ¿Por qué es una falta de respeto que un músico joven se encante con sonidos folclóricos y los incorpore en su creación? A ustedes debería darles vergüenza, por obtusos. Por ridículos. Y en ningún caso me dirijo a los bolivianos, porque eso sería tremendamente ignorante. Me dirijo solamente a quienes reclaman al ver que es posible que, muchas de las riquezas del folclor, que durante mucho tiempo sufrieron peligro de desaparecer por ser de carácter oral, hoy estén llenando espacios a través de generaciones nuevas.
En el disco 5×5 de Gepe, él escribió: “la canción es como una casa. Se construye pero se puede remodelar, y esto siempre a partir de sus cimientos ya establecidos. Voy a elevar el techo, voy a construir un subterráneo, no importa, pues la casa sigue siendo la misma, ubicada en la misma calle y barrio”. Me encantaría poder disfrutar de la casa y convivir en el barrio en paz.
Hola, acabo de leer tu nota, tienes demasiada razón en todo lo que dices, y sin duda que nos interpretas a quienes valoramos su música y la entendemos realmente, y la disfrutamos por cierto!! saludos!!