Hacer un ranking de tus bandas favoritas es una pesadilla. Es algo que nadie te debiera pedir. Preguntar ¿qué música te gusta? también debiera estar prohibido.
Los orígenes de las bibliotecas son fascinantes, pero más encantadores son los inicios de los libros, ese primer párrafo que puede enganchar al lector o hacer que se aburra y no vuelva a abrir el libro nunca más.