No todas las personas que menstrúan son mujeres, y no todas las mujeres menstrúan
Tras ver en televisión abierta a Vesta Lugg teniendo un “accidente” al manchar su pantalón impecable con (supuestamente) sangre menstrual, pensé en mi experiencia y la de otres como yo, personas trans masculinas y personas no binarias que en alguna parte de nuestro proceso de transición menstruamos y la campaña de marketing que habla de “normalizar la menstruación”. ¿Cómo podrá normalizarse si ni siquiera nos nombran, si ni siquiera caben nuestros cuerpos en la discusión?
El día jueves me encontré en Twitter con un video de la cantante Vesta Lugg en un set de televisión, quien al darse vuelta se notaba de forma evidente un manchón de sangre menstrual en su pantalón blanco.
De forma rápida fue lo más comentado en redes sociales y los medios. Durante el día vimos a Vesta subiendo historias y reels con declaraciones sobre normalizar esta situación, usando el hashtag #NormalicemosLaRegla porque “a muchas mujeres les había pasado este accidente”. Se empezó a especular sobre una campaña de marketing con una marca de toallas higiénicas, mientras algunos usuarios discutían si es que les daba asco haber visto esto en pantalla. Al día siguiente, Vesta subió fotos del proceso donde la vemos pintando el pantalón, y contando que “el accidente” estaba maquinado por un equipo de marketing y que solo se trataba de un experimento social. Un mensaje que se queda vacío: no podemos normalizar algo que fue actuado.
En su Instagram se puede leer “quiero asumir un compromiso públicamente con las mujeres chilenas…” invitando a ser un espacio seguro, debajo de un video de la marca donde se muestran cifras de niñas y mujeres entregadas por un estudio de UNICEF y otro de Gestión Menstrual del SERNAC del 2021.
Recuerdo bien este último estudio, porque participé como hombre trans, y de lo importante que fue al ser el primer estudio con enfoque de género que nos nombrara cuando se entregaron los datos como “mujeres y personas que menstrúan”. Este estudio define menstruar como: “un proceso fisiológico que no es una elección para las mujeres, jóvenes y hombres trans que menstrúan”.
El lenguaje importa. Y para una persona como yo, dentro de una comunidad acostumbrada a la invisibilidad, y sobre todo a la marginalidad en todos los ámbitos de nuestra vida, en los medios, la publicidad y en los sectores sociales, no nombrarnos se vuelve doloroso y violento, porque es como si no existiéramos. En especial cuando no es solo el hecho de no nombrarnos, sino que borrarnos.
Sé de esto. Menstrué muchos meses después de haber iniciado mi tratamiento con hormonas y recuerdo lo incómodo que se volvió ir a comprar productos de higiene menstrual, pero también recuerdo ir subsanando mi relación con la menstruación a medida que iba transitando, al irme empoderando de mi identidad de género. Algo que me producía tanta disforia, lo fui normalizando cuando conocí a otres como yo.
Hoy siento que ese rechazo que tenía antes se debía a un estigma social. Mientras escribo esto, resuena en mi cabeza cuando me dijeron “ahora eres mujer” cuando fue mi primera vez. Y que eso marcaba mi paso de la niñez a la adolescencia. Antes de ese momento, aún tenía la ilusión de que mi cuerpo cambiaría, pero fueron los constantes mensajes que hacían alusión a la identidad que no pertenecía, la publicidad y la falta de educación sexual integral, los que me harían una herida profunda cada vez que menstruaba. Sentía que había nacido equivocado, que no había un lugar para mí, o para quienes se sentían como yo.
Esto último resurgió luego de ver los mensajes de Vesta. Me hace cuestionar lo que hubiera pasado si el niño que fui hubiera visto a un hombre trans desde antes. Creo que muchos dolores o procesos por los que tuve pasar serían distintos y más sanos. Pienso mucho en las discusiones donde no somos ni considerades para discutirlas.
No todas las personas que menstrúan son mujeres, y no todas las mujeres menstrúan. Es importante que lo hablemos, que lo nombremos cuando hasta el día de hoy existen tantos tabúes alrededor de la menstruación.