El Museo Pop Up de VAM!, un ejercicio de la memoria colectiva
Este sábado se realizará la primera versión de un Museo Pop Up organizado de manera completamente autogestionada por VAM! el colectivo Vamos Al Museo, compuesto por Paulina Henríquez, Verónica Calderón y Paulina Roblero.
VAM! nació del amor a los museos de estas tres mujeres y el deseo de que las personas sientan lo mismo por ellos. “Lo que buscamos es poner en el centro a las personas y cómo éstas se vinculan afectivamente con la colección y contenidos de cada una de estas instituciones. Nos interesa abrir debates entre el público y su (o no) asistencia a estos lugares, saber qué pasa, por qué pasa y con esto desarrollar distintos tipos de acciones que sacudan un poco la escena”, explica Paulina.
El Museo Pop Up de este sábado, se centra en la sensación de la pérdida. “La idea crear un espacio de encuentro y participación colectiva donde los contenidos de la muestra fueron creados a partir de los recuerdos de la gente. Una vez montada esta exposición, su vida útil es de sólo cuatro horas para después desaparecer. Es un trabajo que instala la sensación de arrebato, qué pasa cuando un lugar así, que te involucró, que te hizo preguntas, que te instó a participar, te lo quitan?”, pregunta la organizadora.
Esta iniciativa consistirá en “una muestra de 65 fotografías que de elaboró a partir de una participación del público“, nos cuenta. “La diversidad de historias y de años que abarcan, es una pequeña radiografía a nuestra historia que va de 1950 al 2000. Es emocionante y sobrecogedor, porque gente con la que no teníamos ningún tipo de relación o conocimiento, confió en nosotras para compartir sus historias. Tenemos fotos de una joven que nos compartió su historia cuando fue adoptada tras estar en un hogar del Sename, tributos a mamás esforzadas que se vinieron a Santiago a trabajar buscando un futuro mejor para sus hijos, recuerdos de veranos infinitos, la inocencia y el juego en los disfraces, recuerdos del primer beso, familias que se fracturaron tras la dictadura. Es muy interesante también preguntarnos porqué las personas toman la decisión consciente de compartir públicamente ciertas escenas de su vida, qué dice eso de ellos y de nosotros? Es parte del ejercicio de la memoria colectiva”.
Este último concepto es algo que, a lo largo del tiempo, podemos ver que está alejado de las personas. Los factores son diversos. La fundadora del colectivo cree que “un museo es un espacio de encuentro donde hay parte de nuestro patrimonio (artístico, científico, histórico…) al servicio de las personas, la finalidad de esto, más allá de cumplir un rol de custodios, es para ayudar a mejorar sus vidas. Sus contenidos y colección, deben dialogar con el nuevo rol que han asumido las personas, hoy son tanto creadores como espectadores y están buscando más espacios de interacción: quieren ser escuchados y a la vez tener el espacio para cuestionar”.
Para las fundadoras de VAM! hay ciertos hechos que marcaron la dirección del proyecto de forma clara. “Para nosotras es muy interesante ver, por ejemplo, el fenómeno que ocurre para el Día del Patrimonio. De las más de mil actividades y espacios abiertos para visitar cada año, los lugares que más público convocan son los museos, cuando muchos de ellos son gratuitos de forma permanente o tienen políticas de acceso teniendo varios días del año con entrada liberada. Tenemos que empezar a preguntarnos porqué las personas sienten y creen que sólo ese día, el último domingo de mayo, son bienvenidos a entrar en familia. Está la percepción que los museos un territorio ajeno, que no les pertenece, cuando es todo lo contrario”.
“La misma reflexión tuvimos cuando fue el paro de la DIBAM, hubo todo un movimiento detrás de sus trabajadores comprometidos con generar un debate general, los museos públicos estuvieron cerrados durante días, pero el impacto en la gente fue menor. No así cuando cierra el Registro Civil, ¿Qué nos pasa que cuando un museo cierra la gente puede seguir sin sentir que esto es un daño para todos?”.
Sobre el estado de los museos en el país, Roblero explica que “en Chile aún está pendiente una Política Nacional de Museos y con esto la articulación de una red de trabajo colaborativa que aúne fuerzas y criterios entre estas instituciones. Cada uno vive realidades muy distintas, restringidos a lo que permitan sus presupuestos, estableciendo sus propios lineamientos y desafíos. Pero todos pueden encontrar formas de elevar al máximo su impacto social. Es por eso que sigue siendo un tema pendiente cómo estos pueden trabajar en conjunto para lograr cautivar y capturar el interés, afecto y apoyo de las personas”.
Si miramos el desarrollo y las políticas recientes de museos en otras partes del mundo, se ve una clara diferencia. Hay un nuevo foco: “la misión de estas instituciones pasó del rescate, restauración y conservación de las piezas, a poner en el centro a las personas y hacerlas partes de una reflexión conjunta, por ejemplo, estos museos ya no hablan de áreas de educación, sino, de aprendizaje, porque quieren derribar esa mirada de la institución que te alecciona posicionándose desde un olimpo. Hoy, el proceso es en conjunto, tanto para las personas, como para las instituciones y sus trabajadores, hay una retroalimentación permanente”.
“Hay un preocupación central en los museos por trabajar directamente con la comunidad, asumen su rol político. Eso se ve desde que ya no hay guardias resguardando la colección, sino que estudiantes o voluntarios que viven en el barrio. Los temas de contingencia lo hacen parte de sus exhibiciones y de sus programas de actividades”, declara.
Paulina también nos detalla otras actividades que albergará el museo: “habrán distintas instancias de participación: juegos, disfraces, maquillaje para caracterizarse en distintos personajes, retratos, cuentacuentos y la presentación en vivo de Niña Tormenta, quien tocará a las 19 horas. Todo esto será en el Museo Taller, ubicado en Root 563 (esquina San Isidro, Metro Santa Lucia), el Museo Pop Up estará abierto de 17 a 21 horas. Parte de la apuesta es que el público, su familia y amigos, sean tanto espectadores como creadores y que además jueguen a ser niños y niñas nuevamente”.