FFL s02 e01: Porque volví mala y recargada llegué
El martes 11 de abril se cumplió un año desde que falleció Lissette Villa en el centro Galvarino del Sename, fue asfixiada por las cuidadoras encargadas de su bienestar y salud en el centro de menores. A Lissette no sólo la mataron sus cuidadoras, también la mató la institución y su burocracia.
El mismo martes 11, Carolina Lecarios fue asesinada a cuchillazos por su pareja, tras ella haber ido a visitarlo a su casa. Luego, su asesino se suicidó.
Ayer miércoles 12 de abril, leyeron en vivo en el matinal de Canal 13 parte de la declaración sobre el caso de Nabila Rifo, haciendo públicos detalles médicos sobre su revisión ginecológica. Esta misma semana, el mismo canal estaba levantando un casting para mujeres que viven violencia machista. En el formulario para postular, debían relatar asuntos por los que discuten con sus parejas y presentar las denuncias que han hecho ante los organismos estatales.
No es casualidad que los medios de comunicación atenten constamente contra nuestra dignidad y bienestar. Tampoco es casualidad que oculten la violencia que vivimos las mujeres a través de sinónimos para disimular lo realmente sucedido.
No fue SU HOMBRE quien la mató, fue un femicida, un agresor, un asesino, un violador. No fue VIOLENCIA INTRAFAMILIAR, fue violencia de género, porque nos matan por ser mujeres, nos matan por vivir.
En lo que va del año, hemos visto como la vida personal de Nabila Rifo ha sido expuesta de todas formas en los medios de comunicación. Vimos cómo pusieron en duda su testimonio por su vida sexual, vimos como una mujer en televisión abierta la acusó diciendo que ella se lo buscó. Hemos visto como la violencia que vivió Nabila fue transformada a un caso de crónica roja de los diarios, que instigan en detalles morbosos y dolorosos.
Si en google escribimos “Nabila Rifo Imágenes” las sugerencias que arroja son las siguientes: “Nabila Rifo sin ojos”, “Nabila Rifo Facebook”, “Nabila Rifo cuerpo”, “Nabila Rifo hospitalizada”, “Nabila Rifo Mauricio Ortega”.
¿Por qué alguien habría de buscar como lucía Nabila al ser encontrada sin ojos?, ¿Por qué alguien quisiera ver cómo fue encontrada tras la agresión de Mauricio Ortega? ¿Por qué alguien quisiera verla ensangrentada, en el suelo? El morbo no es casualidad y la prensa tiene un rol clave en cómo direccionar las aristas de atención de este caso o de cualquier otro relacionado a la violencia machista. Es por esto, que hoy nos encontramos aquí.
Han pasado 103 días desde que comenzó el 2017 y en Chile han ocurrido 21 femicidios y 1 suicidio femicida, los cuales son constantemente invisibilizados por la prensa, por la institución y por la sociedad entera cada vez que culpan a alguna mujer y no creen en su testimonio.
Hoy estamos aquí por Nabila, por Sonia, por Iris, por Camila, por Silvia, por Liliana, por Ruth, por Carmen, por Maribel, por Jaritza, por Andrea, por Daniela, por Susana, por Giannina, por Marisol, por María, por Amparo, por Noemí, por Raquel, por Lorena, por Paola, por Carolina, por Antonia y por todas las compañeras que ya no nos acompañan.
Seguiremos resistiendo.