Mujeres que hacen ruido #4: Chini Ayarza

María José Ayarza, también es conocida como Chini de Chini and the Technicians. Además de ser una compositora de letras refrescantes, tiene una voz que la distingue desde la primera escucha. Por otra parte, es una artista que se especializó en videoarte, síntesis y procesamiento de música electroacústica en la Universidad Católica. Ha trabajado en diversos proyectos como cortometrajes, videoclips y la película Naomi Campbell y, además, su labor ha sido expuesta en Barcelona, La Habana, bienales en Guatemala, Valparaíso y desde el 2012 es representada por la galería española Ob-art.

La faceta musical de Chini estará expuesta en Ruidosa, este sábado 11 de marzo, siendo parte de la programación musical junto a su banda. Hoy contesta algunas preguntas para Es Mi Fiesta:

—¿Cuál fue el último libro que disfrutaste mucho?

Dejé Luna Roja a la mitad, me ha gustando bastante, sobre todo porque soy de esas personas a las que el estrés le cambia mucho el ciclo menstrual. Me ha ayudado a entender los ciclos, cosa que no nos enseñan bien, cuando nos obligan a vivir una vida exitista y lineal. Estoy completamente de acuerdo con esas nuevas ideas de dar licencia en casos más extremos, como endometriosis. Al parecer, antes ni siquiera era tema en el mundo corporativo. Mi libro de cabecera en todo caso es ” Las doradas manzanas del sol” de Ray Bradbury, también cualquiera de Isaac Asimov, siempre me gustó la ciencia ficción, sobre todo en formato de cuento corto. Me llena la cabeza de ideas.

—Sailor Scout favorita. Justifique.

Creo que las que más me gustaron estéticamente fueron las tres Sailor Starlights, dos de las cuales se travestían en la transformación. Eso era bacán. Creo que si bien no eran exactamente personas trans, sí había una representación más abierta al gender fluid y a la comunidad LGTB. Me gustaba porque las tres parecían una banda muy muy cool, creo que hoy sería considerada una banda de kawaii metal (sí, ese es un género real) y entre eso y Sakura Card Captor creo que nacen mis ganas de vestirme de una manera más cuática a veces a la hora de tocar.

—¿Cómo fue la primera vez que te emborrachaste?

La verdad no sé, y debería recordarlo porque empecé a tomar más como a los 18 años, cuando descubrí los tragos dulces como la piña colada o el mojito. Eso hace que aún en una junta muy piola finalmente me curé más con menos, cuando lo que en realidad anhelo es azúcar en mis venas. Creo que fue porque mis papás me dejaron probar el vino y la chela super chica entonces no me gustó el sabor, y no tenía esa relación tabú con el copete que algunos zorrones compartían en la adolescencia y los hacía cagar. En realidad era más verde en mi juventud. Lo mismo me pasa con el cigarro, no tenía a quién impresionar.

—¿Cuál mujer creadora es la que más te inspira y por qué?

La que realmente me inspira más es Björk. Aparte de su música y videos son algo casi objetivamente increíble e inspirador, me encanta su relación con la ciencia, y como extrapola los fenómenos naturales a sentimientos. La encuentro muy sensible y a la vez calculadora, pero en el sentido pitagórico de la palabra. Todo es en proporción a otra cosa, el hueso cubito y el radio en proporción al húmero, como esta constelación en proporción a esta otra y eso me parece una manera muy humilde de verse a sí mismo, como un puntito en de un flujo muchísimo más grande en el universo. Me ayuda a perderle el miedo a la muerte, entender la propia caducidad y vivir preparada para cualquier cambio, porque uno en verdad no controla nada. Sus letras son un reflejo de esto, sobre todo en como describe sentimientos de la manera más concreta posible, esto puede deberse al tipo de poesía al que llegas en una lengua que no te es nativa, en este caso el inglés o quizás es deliberado, en cualquier caso tiene la simpleza e inocencia de la niñez y al mismo tiempo. Es como si hubiera vivido muchísimas vidas.

–¿Cuál fue el último disco que no podías dejar de escuchar?

Manual de Boogarins.

—¿Qué tienes en tu velador?

Pfff, un desastre. Cuentas por pagar, cremas de anciana para la tendinitis, una croquera, canciones sueltas a medio hacer, listas de proyectos que ya hice y no sé porqué siguen ahí, aromaterapia, lanas, aguja e hilo, y mi colección personal de tazones y vasos usados. No sé porqué me tocó a mí y no a mi pareja el router de internet, pero el punto es que si pusiera otro objeto más, todo se derrumbaría.

—¿En qué momento notas que lo que estás creando va por buen camino?

Es algo bien “pasional”, porque a veces me embalo varias horas y no tomo ni agua (aunque también salen bodrios así). Si se caen los programas, los parches y aún así estoy dispuesta a empezar a trabajar de nuevo, es porque me importa más la idea que rabiar (y eso que me encanta rabiar). Lo otro es ir en la calle o en la micro y empezar a cantar, a veces salen las letras enteras, porque uno anda como muy vivo, conectado y atento de no morir en la calle, entonces al igual que muchos, lo grabo en mi celular o lo escribo en “notas”. Bueno y si todo eso falla, a veces llevo mucho tiempo sin editar video ni escribir canciones, y sueño con que lo hago, y entonces mi sueño me paquea y ese día tengo que ponerme las pilas, porque le estoy fallando a la parte mía que no tiene control sobre mi cuerpo y mi rutina del trabajo.

—¿Britney o Christina? Justifique.

Creo que si bien Britney es más humilde que Christina, siento que Christina ha tenido que ser más fuerte (dejando un poco de lado el breakdown de la peluquería). El bullying por el cambio de peso de Christina no se lo deseo a nadie, y ella logró reinventarse varias veces. Siento que tiene mejor gusto musical para seleccionar con quien quiere trabajar, fruto de esto tenemos canciones como ‘Beautiful’  producida por la cantante de 4nonblondes, banda que me gustaba mucho cuando chica. No vamos a comparar esa canción con ‘I’m not a girl’, esa hueá claramente la escribió un hombre que no tiene idea de lo que es transicionar de adolescente a mujer. Y bueno está el gran tema del timbre de la voz, y los recursos que cada una tiene. Simplemente, Christina era cantante en el Club de Mickey Mouse, y Britney era la que hacía la voltereta para atrás no más, tiene un registro vocal bastante limitado, incluso en su mejor época.

—¿Cuál crees que es tu misión o la misión de tu trabajo? ¿Crees que tienes o tiene alguna?

En el arte pienso que es develar cómo opera la publicidad en el espectador haciendo copias de los íconos presentes en la cultura pop. En la música, poder transmitir -junto a mis amigos que conforman la banda- maneras interesantes intervenir las estructuras de las canciones, potenciar la letra, ver cómo con elementos simples comunicar la intención original, ya que ninguno de nosotros es músico de profesión. Tanto en el arte como en la música, me gustaría seguir viviendo y haciendo más de lo que se esperaba originalmente de mí, y por ende poder comunicarle a otras mujeres que podemos hacer lo que nos dé la gana en términos creativos. En el colegio me fue regular, y nunca me consideré una persona muy sobresaliente en nada, por lo que he tenido el privilegio de poder hacer estas cosas piolita y donde yo pueda quedar conforme desde adentro, sin esperar mucho del sistema o de la aprobación de los demás. Quizás ese sería mi mensaje, que hagan las cosas sin pensar en ganar, eso es propio del mundo masculino más exitista.

—¿De qué forma alentarías a una mujer joven a dedicarse a la música?

Creo que si una mujer quiere hacer música, el 80% de las veces se va a dar de una u otra manera. No creo que sea algo que se pueda controlar. Eso sí, para (sumar) ese 20% del que quizás se dé cuenta años después, le diría que simplemente lo haga, que deje la vergüenza, que nos avergonzamos de demasiadas cosas las mujeres. Tenía compañeras en el colegio que sabían la respuesta de un problema de matemáticas, levantaban la mano, y cuando les daban la palabra empezaban con “disculpe… creo que la respuesta es”… esto es lo mismo, no te puedes disculpar por algo que en el fondo sabes hacer, por último demórate en mostrarlo, pero no dejes de hacerlo por vergüenza o por incomodar a un otro que no sabe hacer eso, o que lo hace distinto que tú.

Igual, es súper difícil, hay que atravesar muchas barreras, en mi primera banda del colegio “Usted Tampoco”, solía hacer preguntas todo el tiempo, que cómo se conecta esto, que cómo logras ese sonido, y obvio que me daba vergüenza, a veces me demoraba muchas horas en aprender una secuencia de acordes simples, pero al final te vas curtiendo y cada vez atraviesas más fácil ese sentimiento falso de sentirte “no apta” para ser músico a la hora de preguntar, cuando es solo un problema de manejo de información.

—¿Cuál es el mejor consejo que te ha dado tu madre?

“Pon una bolsita pegada al muro antes de taladrar” jajaja. En verdad creo que el mejor consejo que me ha dado ha sido a ver a todos (los otros y a mí misma), como seres dignos de ser amados, sin importar lo que hagan o cuán bien lo hagan. Antes valoraba mucho a las personas por su talento artístico, y me metí en más de una relación con un narciso. A su vez, también me volví narcisista. Mi mamá siempre ha recalcado que todos valemos lo mismo y que todos aportamos igual a este mundo, y eso me ha servido mucho para no bajonearme si siento que estoy afónica o si me da tendinitis y no puedo tocar o dibujar.

Tiendo a ver todo demasiado dramáticamente y a considerar mejor a quienes tienen un mundo interno más rico, específicamente, en las cosas que a mí más me gustan y dejar muy en claro quienes no me caen bien, como si fuera una abanderada de algo. Mi mamá es muy diferente y siempre escucha a todos y es igual de educada con todos, incluso los más idiotas o fachos , entonces a quienes les tiene afecto, lo sabe solo ella y yo. Por bruta admiro mucho esa elegancia. Es muy piscis ¿o no?

—Si Michelle Bachelet te invita a tomar a tomar en un bar de Pío Nono ¿qué te gustaría decirle mientras se bajan una chela de litro?

Soabashelehagalgo ! No jaja, creo que la primera media hora la escucharía solo a ella, no sé si alguien se da el trabajo de hacer eso. Tampoco la escucharon cuando ella estaba viviendo afuera y la pseudo obligaron a repostularse. Se nota muy deprimida, sobre todo por las risas que lanza de vez en cuando en los discursos.

Le diría que en verdad ponga ojo en aquello que quizás sus sucesores no van a poner como prioridad, que haga una campaña más directa contra la transfobia y se ponga las pilas contra el maltrato al pueblo Mapuche, especialmente a los niños Mapuche, que no tienen porqué presenciar situaciones injustas y violentas como los desalojos de sus padres a mano armada. Hablan mucho de la importancia del cuidado en la primera infancia, pero cuando son niños Mapuche, no dicen ni pío.

También, para llegar al tema del arte, le diría que se están gastando mal las platas en algunas publicidades Que hay programas de gobierno que o bien no tienen la cobertura suficiente y nadie se entera (y se gastan no pocos millones), o se nota a la legua que lo dibujó o musicalizó un apitutado, y que eso es una vergüenza, sobre todo considerando el nivel de artistas que tiene este país. No puede ser que un concurso público sea una de las pocas instancias donde el artista, actor o músico consigue un campo laboral con una remuneración acorde a lo que merece. Para qué decir los animadores o realizadores audiovisuales, donde parece una competencia de quién cobra menos. Un poco lo que pasa con los profesores, somos personas con un oficio que puede ayudar a cambiar el curso histórico y cultural del país y no se le da la importancia suficiente.

Por último, le enrostraría lo de Dávalos, por su falta de carácter. Probablemente, me enojaría muy de a poco hasta que me pararía y me iría porque me acordaría de que un amigo hace unos meses me mandó una foto del guatón cara de raja en la fila de un Starbucks en New York. (te odio Dávalos).

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  • Tienes razón, eres un poco narcisista. Te lo digo en buena onda, en un sentido “pitagórico”… Jajaja

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