¡Que viva Patricia Espinosa!
Parece que eso de que cuando en Chile se toca a un cuico fome existe una indignación generalizada es verdad. Al menos esa es una de las impresiones que deja la página de La Segunda del día viernes 6 de noviembre, dedicada a la crítica literaria de LUN, Patricia Espinosa.
<<Literatos responden ¿Sigue siendo Patricia Espinosa la crítica literaria más temida de Chile?>>, se titula esta nota en la que diferentes escritores publicados dan su opinión sobre la también académica. Al medio, una foto suya, sentada, con los brazos apoyados en las piernas, lentes de sol y una actitud de “me importa un pico” fantástica. Poderosa.
Desde siempre el mundillo literario la ha criticado por su frontalidad, por tener opinión. Es quizás por eso mismo que Espinosa destaca en todo ese ambiente. Es una de las pocas que realmente dice algo cuando escribe sobre una obra y desde afuera, se ve como si no le temiera a las reacciones que esto pudiera provocar. ¿Qué es lo peor que le podría pasar? Dejar de ir a lanzamientos fomes o que cuando entre al bar Rapa Nui los escritores abajistas la miren con desprecio. ¿Por qué tantos le temen a dejar de recibir invitaciones?
Las críticas que ella publica semana a semana en Las Últimas Noticias son, la mayoría de las veces, mucho más interesantes como texto que los libros sobre los que escribe, sin lugar a dudas. Es a través de esa tribuna en un diario conocido como publicación de farándula, que es capaz de desentrañar perspectivas sobre contingencia social, política o género, incluso. Transforma a la literatura en campos de cuestionamiento, algo que ninguno de los autores consultados en esa página de La Segunda ha logrado hacer, hasta el momento.
Más allá de la polémica colegial que, además, demuestra lo pequeño y llorón que puede llegar a ser un espacio de producción cultural, me llama la atención que se tenga esa valentía para criticar a Patricia Espinosa. Un atrevimiento que jamás se ve entre los escritores e incluso el escenario musical (mundo al que soy más cercana). Nadie se critica. Nadie dice que algo es malo ni lo argumenta. O al menos, nadie lo dice en público.
Todas las veces que escuché que Camilo Marks valía callampa, fue en los patios de universidad donde él me hacía clases o en alguna fiesta en la que, sin querer, caí. Nunca antes vi en Chile una página de un diario dedicada a decir algo así de un hombre que ejerza la crítica. ¿Por qué es más fácil hacerlo con una mujer? ¿Por qué les arde tanto el culo con que una mujer les diga que sus libros calientan menos que guatero relleno de hielo?
Igual, esto no es una defensa a Patricia Espinosa. No la conozco, sólo la leo y tampoco creo que necesite defensa alguna. Este texto es para decirle a quien lo lea que, por favor, busque sus críticas y ojalá las disfrute. En tiempos en los que todos tienen miedo a cuestionar para no perder un estatus (inventado y frágil además), es refrescante leer a alguien capaz de hacerlo con la inteligencia y claridad que muchos ya querrían tener para escribir un libro.
Ah, esta es la mejor foto. Mírenla escuchando esto de fondo.