Kathi Wilcox de Bikini Kill y The Julie Ruin: “ahora ya no nos gritan que quieren matarnos”
Kathi Wilcox es la bajista de Bikini Kill, una banda que junto con otras como Sleather Kinney, L7 y Bratmobile, sentaron y popularizaron las bases de las Riot Grrrls.
Hoy apareció en Consequence of Sound una entrevista a Kathi, publicada por Paula Mejia y en ella aparecen respuestas súper interesantes y que, coincidentemente, tienen que ver con lo que publicamos ayer sobre la violencia en los conciertos y sobre cómo las mujeres están acostumbradas a limitarse a cierto espacio físico cuando son parte de la audiencia.
Paula pregunta cómo ha sido la recepción del tour que se encuentran realizando con The Julie Ruin (la banda en la que toca el bajo junto a Kathleen Hanna. “¿Te recuerda a una vibra parecida a los shows que hacían con Bikini Kill?”, dice Mejía. Wilcox responde “Es similar a los shows de Bikini Kill, en el sentido de que la gente responde, se involucra. Y gente que era muy fan de la banda aparece y nos dice cuánto ha significado para ellos, cómo ha cambiado su vida y cosas bastantes emocionales de ese tipo. La diferencia es que en este tour, no hay personas gritando que quieren matarnos o tratando de subir al escenario para pegarle a Kathleen. No ha habido ese tipo de negatividad, que sí existían en los tours de Bikini Kill”.
Paula M: Sí, vi The Punk Singer hace poco y es muy loco cómo algo tan simple como pedir que las chicas del público estuvieran frente al escenario durante el show, sacara de quicio a tanta gente. No tiene sentido para mí.
Kathi W.: Sí, en ese tipo de shows, especialmente, era muy difícil para las mujeres el hecho de estar, eran violentadas físicamente y no era seguro estar ahí con todos esos tipos. Incluso algo pequeño como eso (pedir que las mujeres estuvieran adelante) era amenazante para mucha gente. Una cosa muy menor. Deja que las chicas estén al frente, no es un asunto grave. Pero lo era. Era un gran y enorme asunto ¿sabes a lo que me refiero? Ellos querían quemar el edificio, como si fuéramos personas horribles por pedir algo así.
Paula M.: Sí y la verdad es que, desafortunadamente, aún pasa. Estaba en un show de Stephen Malkmus & the Jicks hace unos dos meses y fui empujada de forma muy violenta por los tipos que estaban ahí. Ni siquiera estaba cerca del escenario, me sorprendió mucho.
Kathi W.: Eso es otra cosa rara. Existe una especie de idea tácita de que la comunidad punk o alternativa, como quieras llamarla, es muy mente abierta, retando constantemente todas estas cosas sobre la sociedad. Pero -una cosa tan pequeña como cuestionar la forma en que se realiza un concierto- significaba algo muy perturbador. Algunas personas podían con ellos, pero muchas otras no. Ellos tomaban esa postura de ¡Jódanse, esto es sexismo inverso, no puedes hacerlo, esto es América!, En eso se transformó y fue algo que nos hizo abrir los ojos: esta es nuestra súper abierta comunidad punk. No tan de mente abierta.
Paula M.: La comunidad punk puede ser de mente cerrada.
Kathi W.: Claro. Personas que se sientes ajenas a la sociedad pueden crear un club para ellos pero que puede funcionar sólo de cierta forma. Bueno, ¿qué pasa con las mujeres que no encajan en él? Nosotras lo cambiamos para sentirnos más incluidas, creo que es mejor. Pasa en cierto tipo de shows, implantar esa idea en la cabeza de la gente -haciéndoles saber cómo otro tipo de personas se sienten en ese espacio ¿cómo se sienten las mujeres en esa habitación? Sólo esa idea. Esperemos que se filtre en los shows de Stephen Malkmus [Risas]
Con este tipo de intervenciones es fácil darse cuenta cómo vivimos en entornos que simplemente no son amigables con las mujeres y esta no es una forma de satanizar a los hombres, como generalmente piensan algunos. Es sólo un ejemplo más de cómo vivimos y lo más inteligente y generoso que podemos hacer es cuestionar los códigos con los que fuimos criados.
Un súper beso para todas las chicas, si quieren saben más, lean la entrevista completa acá.