Linda C. S.:”Los jóvenes venezolanos estamos pagando por decisiones mal tomadas”

Llevamos varias semanas siendo testigos a medias de lo que pasa en este momento en Venezuela. Si quieres informarte, a lo único que puedes aspirar es a combinar los datos y versiones opuestas que entregan CNN y TeleSur. Conversando mucho con amigos venezolanos, me di cuenta que el desconocimiento y confusión que tenemos acá, también existe en las diferentes provincias de Venezuela. Allá tampoco es posible conocer de forma exacta lo que está pasando en otras ciudades, a menos que intentes buscando en internet. Si tienes suerte y no te han botado la conexión, claro.

A continuación, voy a compartir un texto que me escribió la cantautora venezolana Linda Christina Sjöquist, producto de múltiples conversaciones que hemos tenido durante estas últimas semanas, en las que ella trataba de contarme, en la medida de lo posible, lo que estaba viendo en su ciudad, Maracaibo.

A continuación, habla Linda Christina.

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Una semana antes del 12 de febrero, un grupo de estudiantes decidió protestar en el estado Táchira, exigiendo al gobierno seguridad, abastecimiento, y mejoras en la economía. El gobernador Vielma Mora (oficialista) apresó a varios dirigentes estudiantiles y fueron trasladados a Coro (Estado Falcón). Entonces, en apoyo a esos estudiantes, Leopoldo López convocó a una protesta (pacífica) en Caracas para el 12 de febrero: Día de la Juventud en Venezuela, para exigir la libertad de los estudiantes apresados.

La protesta fue pacífica de 8 a.m. a 3 p.m. Sin embargo, luego, hubo enfrentamientos entre estudiantes, colectivos armados (Tupamaros: paramilitares chavistas) y SEBIN. En él murieron dos estudiantes y un miembro de los colectivos. No manejo cifras exactas, pero hubo una cantidad absurda de estudiantes que fueron detenidos por la GNB (Guardia Nacional Bolivariana) y muchos heridos, aparte de personas afectadas por bombas de gas lacrimógeno. Aquí algunas pancartas de ese día.

Para ser sincera, quise hacer caso omiso ante el conflicto los primeros dos días; pero cuando comencé a leer el Twitter, me di cuenta de la cantidad de desaparecidos, y me alarmé. Comencé a enterarme más de lo que estaba sucediendo y me dejó de importar si defendía al gobierno o no, me afectó darme cuenta de la gravedad del asunto. Sentí que ya esto era indefendible, que jóvenes venezolanos como yo estaban luchando por un cambio y al final tendrían razones para hacerlo.

A partir de ese momento decidí «actuar» y salir a protestar, también; indignada por la represión brutal y el asesinato de los estudiantes Bassil Da Costa y Robert Redman el 12 de febrero. Más adelante vendría otra víctima: Génesis Carmona, asesinada por un miembro de los «colectivos». Más y más muertos.Todavía me cuesta comprender cómo hay personas que justifican esto. En un país que defiende los DDHH y la democracia, no mueres por salir a protestar pacíficamente.

VENEZUELA-PROTESTAS

Días después, Leopoldo López (uno de los dirigentes de la oposición) fue apresado por el gobierno, señalado por incitar a la violencia y culpado por los asesinatos del 12 de febrero. Los cargos fueron modificados. Él, junto a otros representantes de la oposición (como María Corina Machado) apoyaron a los estudiantes en las protestas, en Caracas. Ella sigue haciéndolo, aunque sinceramente no me apasiona el tema de los políticos. En el fondo, quizás todos nuestros problemas se deban a que tendemos a idolatrarlos demasiado. Y en ese sentido, me parece que esta lucha es diferente. Al menos en Maracaibo no hay dirigencia como tal de políticos en las marchas/protestas, lo cual tiene sus pro y sus contra. No estamos «cumpliendo una orden» al estar en la calle, estamos ahí porque queremos, por iniciativa propia. Sin embargo, a falta de un líder, todos quieren ser la voz y esto resulta siendo un desorden total. Convocatorias múltiples, marchas esporádicas y dispersión, son algunos ejemplos. Aunque poco a poco parece tomar más forma.

Con respecto a las marchas en Maracaibo, algunos estudiantes comenzaron a trancar el paso en las calles, exigiéndole a los comerciantes que cerraran sus negocios con gritos de consignas, llamando a «paro nacional». Entiendo que necesitemos apoyo de los demás sectores, como el de los comerciantes, pero no me parece que esta sea la manera de «pedírselos». Las trancas en las calles (llamadas Guarimbas) son tremendas, también, no las defiendo pero las comprendo.

Recuerdo haber leído una pancarta que decía: «Disculpa si mi protesta colapsa tu vía, pero tu indiferencia colapsa mi país». Otro amigo, mucho mayor que yo, me comentó que la cultura del estudiante venezolano quema-cauchos era imposible de detener. En conclusión, cada quién manifiesta como sabe hacerlo, pero un gran defecto del venezolano es no pensar en los demás.

Hay personas que se han visto muy afectadas por las barricadas; se hace imposible llegar «a tiempo» a un hospital o clínica en caso de emergencia, los bebés y ancianos son afectados por el humo porque en muchas queman basura… Incluso, un motorizado murió degollado por un alambre colocado en una barricada, era muy de noche y no pudo verla. Por el otro lado, la ciudad ha estado parada porque es complicado llegar a los sitios de trabajo, lo cual es grave porque hay muchas personas que no comen si no trabajan, así de simple. Hay infinitas opiniones y críticas entre las formas de protestar de la oposición. Sin embargo, algunos dicen que eventualmente colapsará todo por la crisis económica, que va hacia abajo y aumentando, como bola de nieve.

Opposition demonstrators march during a protest against President Nicolas Maduro's government in Caracas

Aquí, la Plaza de la República es el lugar de concentración de los estudiantes, de ahí salen muchas marchas y llegan otras, es un punto de encuentro. Al principio, había toldos con comida, agua, información, y primeros auxilios, todo donado por personas que no marchaban pero querían apoyar de alguna manera. Sin embargo, para el 20 de febrero la GNB tomó la plaza, arremetiendo contra los estudiantes (algunos hacían vigilia) durante la madrugada. También hubo ataques de partes de «colectivos» antes de la toma.

A partir de ese momento se acrecentó la posibilidad de ser atacado por cualquiera de los dos, muchos comenzaron a sentir terror y dejaron de «salir». Días después, la alcadesa Eveling Trejo (opositora) ayudaría a recuperar la plaza. Sin embargo, la presencia militar en Maracaibo comenzó a ser mucho más fuerte. Esa tarde, en una asamblea estudiantil que hubo en otra plaza (Yépez), fuimos atacados por los colectivos (foto adjuntado). Llegaron en motos disparando y tuvimos que resguardarnos en un edificio. Ese día me di cuenta de que todo el terror que veía por las redes sobre las manifestaciones en otras ciudades, era cierto. Y lo que nos sucedió a nosotros era nada en comparación a lo demás.

Desde el 11 de febrero, el gobierno (a través de Conatel) prohibió la transmisión en vivo de las protestas que ocurrían en el país. Prendes el televisor, haces zapping por los canales nacionales, y no pasa nada fuera de lo habitual. Esto sigue sucediendo. Por cable, NTN24 transmitía las protestas, fue sacado del aire. CNN En Español es el único canal donde se puede ver noticias sin auto-censura, por cable, y ya han recibido varias amenazas de Nicolás Maduro y su gobierno.

Por esta razón es que hablamos de auto-censura, los medios audiovisuales tienen miedo a ser sancionados (incluso, cerrados) por el gobierno. Esto generó más motivos de protesta y nos hizo dar cuenta de la falta de libertad de expresión que existe en Venezuela. Y ojo, hay muchas personas que alegan que hay libertad de expresión porque puedes decir lo que quieras, pero no la hay si por ser algo «que caiga mal» tengas riesgo de ser sancionado o castigado de alguna manera. Debo mencionar que los medios impresos también están siendo amenazados con desaparecer por falta de papel. Al final, solo contamos con las redes sociales para informar, convocar y darnos cuenta de lo que está sucediendo a nivel nacional.

Paralelamente a las protestas se han organizado grupos de volanteo y pancartazo, a falta de información. Muchas personas no están enteradas de lo que está sucediendo en el país, a falta de redes sociales. Han surgido grupos de protesta pacífica también, como Los Gritos Silentes.

ESTUDIANTES SE MOVILIZAN EN DEMANDA DE LIBERACIONES Y JUSTICIA

Me atrevo a decir que ya no es secreta la violación de DDHH en Venezuela. Haré una lista de cosas que han sucedido:

– Hay policías vestidos de civiles (infiltrados) que detienen estudiantes en las marchas, y fuera de ellas también.

– La GNB y PNB está utilizando armas de fuego (balas) contra los manifestantes, lo cual está prohibido por ley.

– Un estudiante en Valencia denunció ante el Foro Penal ser violado con un fusil por la GNB mientras estuvo detenido. La Fiscal General de la República luego se pronunció sobre esto, desmintiéndolo. La mamá del joven tuvo que responder. Después, él mismo lo hizo. Hay más denuncias de torturas por parte de estudiantes a nivel nacional.

– Hay personas que han sido detenidas por sólo llevar ropa o prendas que simbolicen un partido político opositor.

– Los colectivos (paramilitares fuertemente armados, generalmente Tupamaros) tienen orden de libre tránsito, está prohibido detenerlos, esto me lo confesó un policía municipal (en los cuales estamos confiando un poco más). Por el otro lado, a veces son acompañados por la misma GNB. Explico rápidamente: está la Policía Municipal, la regional que ahora es la Policía Bolivariana, la Guardia Nacional Bolivariana y SEBIN.

– Este video es un ejemplo de la represión por parte de la GNB contra personas desarmadas. Esta Guardia Nacional ahora tiene orden de captura, debido a que muchas personas grabaron el momento y pudo ser identificada. La GNB, incluso, está causando terror en residencias y urbanizaciones donde hay cacerolazos o manifestantes escondidosdisparando contra los edificios y lanzando bombas lacrimógenas en las propiedades. De esto resultó un muerto en Táchira.  Esto último también fue mentira según el gobierno.

– Los detenidos son liberados con la condición de no volver a protestar.

Hay infinito material audiovisual sobre cada punto en esta lista. El gobierno no se pronuncia sobre estos hechos y, en el caso de hacerlo, es para negarlo. Múltiples veces se ha esperado un mensaje de duelo real o un discurso profundo sobre los estudiantes asesinados, pero no ha sucedido. De hecho, el oficialismo ha sido muy criticado porque en vez de preocuparse por las muertes violentas, más bien han mostrado preocupación por los carnavales. El mismo Nicolás Maduro ha dicho que quitarle los carnavales al pueblo sería «fascismo puro» y decretó dos días antes del feriado como no laborables.

carna

La situación política en Venezuela es algo radical. Si no eres chavista (de izquierda), eres de derecha y apoyas al imperio, así de simple. Hay estereotipos y eso es una gran debilidad de raciocinio en los venezolanos y en muchos extranjeros de izquierda. Hay muy poco espacio para las personas «neutrales» (Chávez les decía ni-ni) y mucho menos espacio para las personas indiferentes, muy pocas veces es aceptada la auto-crítica en cualquiera de los dos bandos.

Hay que estar claros, si bien es cierto que la mayoría de los opositores son de clase media (baja y alta), también hay personas descontentas con el gobierno en los sectores populares. Debo mencionar también que hay muchos chavistas por conveniencia que se han aprovechado de sus puestos políticos durante los 15 años de este gobierno, y han sido exageradamente corruptos. Otros empleados públicos son muy bien pagados pero son obligados a asistir a las marchas del oficialismo, y también son amenazados a la hora de elecciones en caso de no votar por un candidato oficialista. Esto ya no es secreto para nadie. Además, a pesar de hablar contra el consumismo y la clase alta, los políticos «chavistas» tienen a sus hijos en los colegios privados más caros y viven en las zonas más costosas de las ciudades. A ellos se les dice popularmente boliburguesesasí como ellos tienen su propio término para el típico opositor de clase media: escuálido.

Entonces, desde esa posición, el Ministro de Educación comentó hace días (en el marco de una campaña contra la pobreza) que el gobierno no iba a sacar a la gente de la pobreza para convertirlos en escuálidos. El objetivo real del gobierno es hacerle creer a los pobres que «está bien» ser pobre, erradicando toda esperanza de que puedan trabajar para vivir mejor, mientras ellos son y seguirán siendo millonarios a costa de los recursos del país. El mal uso del término «fascista», o el decir que los estudiantes estamos siendo financiados por «el Imperio», es simplemente una estrategia agotada para distraer a los venezolanos (y extranjeros, quizás) de los verdaderos problemas que atraviesa nuestro país.

Las protestas ya no son protagonizadas por los estudiantes solamente, poco a poco se han ido integrando personas de otras edades, de distintas comunidades y clases sociales. Ahora más personas aprovechan la oportunidad para alzar su voz contra la inseguridad, la escasez y el tener que hacer largas colas en los supermercados por falta de alimentos, además del pobre servicio de transporte público en el país. Nada de esto se justifica, cuando el precio del barril de petróleo vale alrededor de los 100 USD c/u. No hablo siquiera por la clase media y alta sino por la baja que, al final, es la que más sufre.

De alguna manera, los jóvenes venezolanos estamos pagando por tantas decisiones mal tomadas, tanto de la oposición como del chavismo. Somos tan jóvenes y ya estamos divididos por tener diferentes formas de pensar. Ya estamos contaminados y resentidos. Imaginamos el futuro y muchos consideramos «graduarnos e irnos al extranjero a probar suerte» porque las esperanzas de que la situación mejore están agotadas. Tenemos miedo de que nos maten en la calle para robarnos, a cualquier hora del día. Es imposible ahorrar dinero para cosas tan básicas como «comprar un carro algún día» o «mudarnos de la casa» de nuestros padres, nos han hecho creer que esos son lujos o que eso «solo lo hacen los millonarios». Y es así, ya acá pensamos que alguien es millonario solo por tener una casa y un carro propio. Cada vez es más difícil viajar fuera del país, los costos de pasajes aéreos (en caso de conseguir) cada vez son menos accesibles y aumentan las restricciones para la adquisición de divisas. En conclusión: Nada pinta bien.

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Debo confesar que tengo una relación tambaleante de amor y no-tanto-amor por Chávez, le guardo mucho respeto y no «celebré» su partida. Creo que era un gran líder y le dio voz a los que nunca la tuvieron, eso es innegable. Entró a los barrios y llevó su mensaje a donde nadie lo había llevado. Por él cobré interés, amor por lo nuestro, lo venezolano. Desmitificó esa posición de «político inalcanzable» y se hacía sentir como «uno más de nosotros» cuando daba sus discursos. A veces me pregunto: ¿Estaríamos pasando por esto si Chávez estuviese vivo? Al hablar de esto con opositores radicales, solo recibo respuestas como: «No tienes idea de cómo era Venezuela antes» o «Este es su legado, eventualmente iba a pasar, quizás no tan rápido», y muchas veces desmienten todo lo que dije en este párrafo o me dan la razón en algunas partes.

Es no-tanto-amor cuando recuerdo y siento que el discurso del chavismo está basado en el resentimiento, en tener un enemigo al que culpar: ya sea al imperio o al escuálido. Es no-tanto-amor cuando me siento burlada porque no hay separación de poderes, porque no puedo saber qué es verdad y qué es mentira. Obviamente existe la izquierda, la derecha… Obviamente los políticos tienen sus intereses y habrán millones de cosas que jamás sabremos. Nunca sabremos si somos títeres o no, pero creo que lo que más nos ha perjudicado es la división entre nosotros mismos, el cual sigue siendo promovido por el gobierno y por muchos fanáticos de oposición. Quizás esto sea un aprendizaje para no dejar que ocurra nunca más. Al menos para mi generación.

Jamás estaré de acuerdo con que un opositor piense en el chavista como «pobre, ignorante o marginal» y jamás estaré de acuerdo con que un chavista llame «escuálido o majunche» a alguien que tenga rasgos extranjeros o tenga «pinta de niño rico» porque así lo diga el gobierno. «Yo como arepa, tú comes arepa, somos la misma gente» escribió un amigo en una pancarta, y es tan simple que es difícil de comprender. Tengo 21 años y este es el único gobierno que he conocido, pero creo que todos los venezolanos deseamos una vida mejor, y no tengo que ser chavista para amar mi país.

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