FFL s01e35 – Tu cuerpo, tus reglas
Esta semana, en Famosa Feminista Local las estupendas comentan un tema que está en el centro de la agenda feminista. Este 17 de enero, un panel de hombres se sentó a decidir qué es lo mejor para las mujeres chilenas. ¿Estamos de acuerdo? Por supuesto que no. A continuación, la editorial de la semana:
La figura del hombre siempre se ha encargado de comentar, criticar y cuestionar nuestro actuar, somos las eternas menores de edad. Para el imaginario del hombre, nunca sabemos qué hacer. Eternas histéricas, eternas indecisas… ésta lógica del pensamiento se reproduce trascendiendo distintos espacios de la cotidianeidad, mermando nuestro actuar y nuestra decisión.
El ejemplo más cercano y constante tema en la agenda feminista es el derecho a un aborto libre, seguro y gratuito. El pasado 17 de diciembre una vez más un panel de hombres se encargó de tomar decisiones respecto al derecho al aborto en las tres causales (embarazo por violación, peligro de la vida de la madre e inviabilidad del feto). Los encargados de guiar el tema en el senado fueron tres hombres, presidida por Pedro Araya (independiente cercano a la DC) y, junto a él, también estarán del lado oficialista Alfonso De Urresti (PS) y Felipe Harboe (PPD).
En Chile, el año 1931 fue la fecha en la que el aborto terapéutico pasó a estar permitido. Tras la dictadura militar y la aparición de Jaime Guzmán, su discurso consta en las actas oficiales de la Comisión Constituyente de noviembre de 1974: «La madre debe tener el hijo aunque este salga anormal, aunque no lo haya deseado, aunque sea producto de una violación o, aunque de tenerlo, derive su muerte»
Ese mandato del constituyente al legislador se materializó en 1989 con la modificación del Código Sanitario que pasó a prescribir lo siguiente: «No podrá ejecutarse ninguna acción cuyo fin sea provocar el aborto», derogándose además las disposiciones de 1931. Esta modificación fue promovida por el cardenal Jorge Medina y el almirante José Toribio Merino.
Las dificultades dentro de la obtención del derecho al aborto no sólo se ha visto limitada por hombres. Las compañeras presentes dentro del poder político no están dispuestas a otorgarle libertad al resto de las mujeres en Chile, porque no se identifican ni lo harán con nosotras, tampoco están dispuestas a intervenir en las lógicas patriarcales del funcionamiento estatal ni les interesa empoderar sus roles desde el feminismo. Trabajan para la clase política masculina, jamás pensando en nosotras.
Han pasado 27 años desde quedó vigente la persecución al aborto en Chile y las temáticas de discusión siguen siendo las mismas, es algo que ya no debiese ser tema y debe ser aceptado como un derecho fundamental para la libertad de las mujeres y de nuestras cuerpas. No necesitamos a más hombres diciéndonos qué hacer, cómo actuar, cómo vestir y cómo comportarnos dentro de los espacios que nosotras mismas creamos.
Volver a discutir los mismos asuntos es retroceder en la historia y la construcción del discurso crítico de gran parte de la sociedad, llenándola de discursos retrógrados y poco claros respecto a lo que viene siendo la “moral” y lo “correcto”, conceptos impuestos por los eternos incómodos con la libertad de todo el pueblo. Esto mismo fomenta que otras compañeras nos apunten con el dedo por querer decidir cuándo ser madres o si queremos serlo o no, siendo que luchamos por la libertad de todas nosotras, de nuestras hermanas, madres, amigas o la compañera que se sienta al lado nuestro en la micro.
Y por último, al panel de hombres católicos, blancos y heterosexuales, les pregunto: ¿no les basta con haber limitado nuestro actuar y nuestra libertad desde que se comenzaron a escribir los libros de historia?, ¿no les da vergüenza hablar desde un espacio político que no conocen ni comprenden?, ¿no les basta con sus privilegios?, ¿no les basta con ser quienes rigen la moralidad?
Sus rosarios nunca nos dieron culpa, sus amenazas nunca nos detendrán, sus persecuciones nos harán correr más rápido y no olviden que vamos todas juntas de la mano.
Acá comienza FFL, episodia 35: tu cuerpo, tus reglas.