Juana Molina: “se estandarizó tanto la belleza, que lo que importa ahora es lo otro”
Juana Molina vino a Chile y el primer día del mes de marzo, se presentó en el Festival Neutral. Antes de la presentación de Astro, desplegó un show que dejó felices a sus fanáticos y también consiguió nuevos fieles. Nuevos seguidores hipnotizados con los loops en vivo de las canciones de Wed 21, su último disco. Antes de aquella sesión, conversamos con Juana, encerradas en un subterráneo del GAM.
Rara es una palabra que está relacionada con Juana Molina, de diferentes formas, y que ha mutado con el paso del tiempo. Rara es el nombre de su primer disco. Rara es, para muchos, la música que ella hace si lo asocian con una mujer del cono sur de América y rara, también, para algunos fue la frase “lo feo se volvió hermoso”, una declaración de la cantante en una entrevista, hace un par de meses.
“Y sí, considero que lo raro se volvió hermoso, en términos de lo que se consideraba bello cuando yo era muy joven. Siento que ahora la juventud, tiene una belleza que tiene más que ver con la personalidad que con el aspecto físico. Que esa cosa de tener suerte de haber nacido lindo o feo no existe más. Me parece un paso en la evolución enorme, porque en esos momentos, antes, era muy difícil, las chicas que eran feas o los chicos, la pasaban muy mal. Todos estaban muy conscientes todo el tiempo de su aspecto. Creo que también pasa lo mismo con la música, con la pintura, con todas las artes, donde hay una intención más profunda que la de la belleza. Las cosas de mala calidad en el audio ya no importan, incluso”, asegura.
-“Ahora es tan fácil hacer algo bien hecho, que ya está todo bien hecho. Ahora otras cosas son necesarias, no sé si esa es la razón”.
-¿Podría ser que ahora -muy entrecomillas- esa es una necesidad que ya está cubierta?
-“Claro, una necesidad, una exigencia o una condición. Es una posibilidad que existe ahora, en la música específicamente, que todo suene bien. Pero con eso ¿qué hacemos? Es como un impacto inicial y ya no queda nada. Suena bien y ¿ahora qué?”.
Molina ha presentado su música en diferentes contextos, en diferentes países y desde hace muchos años reside en Estados Unidos. “Me llamó mucho la atención cuando vivía allá, que en el supermercado o sólo con música de fondo, toda la gente cantaba y cantaba bien. Entonces entendí que hay una cultura musical tan grande en los países anglosajones, que por eso sobresale solamente lo que tiene algo más que lo que está bien hecho. La afinación… no hacemos nada con la afinación. Está lleno de artistas que llegaron a lugares gigantes y que ni siquiera cantan bien. Me parece que se estandarizó tanto la belleza, que lo que importa ahora es lo otro”, asegura.
Juana cree que lo que ahora se busca es ser raro, ser distinto, pero también piensa que existe la tendencia en muchos de hacerse los raros, algo que finalmente se devela. “El otro día vi un video de Connan Mockasin, que es neozelandés, creo. El chico tiene un aspecto rarísimo, siempre está serio y se pinta la cara de una manera extraña, pero te das cuenta que todo eso que él hace, es él. Creo que la diferencia radica en ser auténtico nada más, eso se nota, aunque no creo que todo el mundo lo note, de hecho hay algunos que se comen a cada papa frita que aparece…”.
En Estados Unidos, también le dijeron que ella era una performer. Cuando lo menciona, abre los ojos, indicando una mezcla de sorpresa, horror, desconcierto y risa. “Yo les dije que no soy una performer. Para mí eso incluye todo. Incluye estar atento a la imagen. Claro, me preocupo de qué me voy a poner antes de tocar, pero me lo pregunto porque no estaba en lo primero de la lista y al final, siempre estoy a última hora cosiendo el dobladillo de algo. Si tuviera 18, me pondría cualquier cosa”.
“También me han dicho ‘vos tenés que poner una pantalla atrás con imágenes de fondo’. Y yo respondo ‘¿más imágenes que las que hay en la música querés? A menos que realmente tengas un trabajo desarrollado, que vaya de la mano, como lo que hizo Kanye West, unas cosas increíbles con unos perros, qué se yo. Tiene una producción millonaria, un equipo millonario. Son proyectos diferentes. Cuando yo voy a ver a alguien la verdad es que lo único que hago es escuchar lo que hace y se me acabo ahí. Si no lo hago, es porque no se me ocurre, no sería auténtico, sería como esas casas en las que está todo puesto. Llegó un decorador, te arregló la casa y está todo listo para la foto de la revista, pero hay algo que no engancha”.
En cuanto a sus presentaciones en vivo, Molina asegura que le va cada vez mejor, aunque siempre termina peleando con los administradores de las salas de concierto. “Tengo la política de poner entradas muy baratas. Me encanta que todos los que quieren ir puedan ir . Es horrible que alguien no pueda pagar una entrada. Yo siempre pongo precios que al final me hacen pelear con los de los teatros, porque me dicen que son demasiado baratos. Esa negociación es muy difícil, pero al final se llena igual. Si no tenés ganas de ir, igual no vas a pagar barato, pero si tenés ganas de ir, juntás unos pesos, pagás una entrada y la pasás bien. Las entradas caras me parecen una aberración.
Y antes de que se nos acabara el tiempo, Juana recomendó tres bandas: Connan Mockasin, Micachu and The Shapes, “un trío inglés, muy lo-fi. Me parece que esa chica es una pequeña genio”, asegura. Y Buke and Gase, un dúo que modificó sus instrumentos y que “aunque suena un poco intrincado y quemacoco”, le parece buenísimo. El mismo comentario de los nuevos adeptos y fanáticos de la argentina. Esos que ganó un rato después de esta conversación.