Aquellos textos de la literatura infantil que pertenecen formalmente al sistema de los niños, pero son leídos por un público lector de otro sistema: los adultos.
Los orígenes de las bibliotecas son fascinantes, pero más encantadores son los inicios de los libros, ese primer párrafo que puede enganchar al lector o hacer que se aburra y no vuelva a abrir el libro nunca más.