¿Eres de las personas que piensa en el Chandelle de chocolate y su cabeza hace cortocircuito? Vas a comprarlo, dudas si comprar sólo uno, llegas a la casa, lo comes y ¿sientes que no fue nada? ¿qué fueron hermosos 10 segundos? Bueno, yo sí, y encontré la solución para este vacío emocional.