No pensé que por pensar diferente y tener pasatiempos parecidos a lo de mis imberbes alumnos sería calificada como mala profesional.
“Vieja, guatona, cuidando cabros chicos y sin tiempo para ir a un concierto o escuchar un disco”.
Camila patea traseros cuando se trata de videojuegos y nos cuenta cómo funciona ser mujer en ese mundo.
Ya no es suficiente con ser víctima de una cadena de violencia. Belén, además, acaba de ser convertida en un instrumento de defensa de la postura anti aborto.