Costureras a Toda Máquina: “La fuerza laboral de este oficio, que es muy poco valorado, es trascendental”

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“En alas de mi recuerdo, retrocedo, dos años, i examino la personalidad moral i física de mis hermanas de taller i la comparo con la obrera de hoy. I descubro en ellas, ese noble i valioso sello que imprime en nuestros actos la conciencia de que conocemos lo que somos i lo que valemos — Veo más desenvoltura y enerjía en el antes tímido continente de la obrera: i como complemento a tan bello cuadro, una atmósfera, un perfume de solidaridad social que inspira todos sus actos sociales”.

La celebración del 2° aniversario de la Asociación de Costureras, La Palanca / órgano de la Asociación de Costureras. Santiago, agosto de 1908. 


Pati tiene 33 años y es profesora de educación física. Hace algunos meses vio el llamado de Icha en redes sociales, en el que decía que necesitaba costureras para coser mascarillas, debido al problema crítico de abastecimiento de insumos que existe en los servicios de salud pública. 

“Se empezó a unir un montón de gente”, dice Pati. Así nació Costureras a Toda Máquina, un colectivo de más de 150 personas hasta la fecha, un 70% de ellas en Santiago y el resto en otras regiones. En algunas, hasta ahora solo hay una persona. “Todavía no nos da la logística ni el flujo para que mandemos los materiales para allá. Lo que hemos hecho hasta ahora es coser acá y mandar una cantidad considerable de mascarillas a otras ciudades”, explica. 

“En mi tiempo libre hago la logística. En mi trabajo yo me he dedicado más a la gestión y administración del área deportiva y cuando me inscribí a esto era para coser, iba a coser de noche, cuando llegara a mi casa después del trabajo, pero a poco andar nos dimos cuenta que había que ponerle cabeza y ordenar, teníamos un grupo de WhatsApp con más de 150 personas, podrás comprender la locura que se generaba. Yo estoy poniendo mi habilidad en esto, que es organizar y ver los movimientos logísticos de materiales, centros de acopio, etcétera”. 

“Primero hicimos un formulario para caracterizar a las costureras, saber de dónde eran por ejemplo, para organizar la logística. Y ahí fuimos desarrollando varias cosas en paralelo. Con la Kati, por ejemplo, escribimos el protocolo de costura higiénica, que tiene que ver con el paso a paso de cómo preparar el espacio y el material para que cumpla con las normas sanitarias, porque las mascarillas están yendo a cubrir una necesidad en donde tienen que ser estériles. Así nos organizamos. Ahora el grupo de logística somos cinco. Bárbara ve las cuentas, que es algo que a nadie le gusta ja, ja, ja, recibe las donaciones, lleva el registro de los gastos, contacta a las personas que donan. Y está la Pepa que hace poco se nos unió y ella está encargada de las redes sociales”. 

Ximena y Paola son vecinas y trabajan en equipo cosiendo en Costureras a Toda Máquina. (@costureras_atodamaquina)

La costura es un oficio históricamente feminizado, por tanto no es una sorpresa que Pati explique que casi la totalidad de las costureras son mujeres. “Pero nosotras consideramos parte del colectivo a toda la gente que participa en esto, de cualquier manera. Por ejemplo, el Robert es el médico que fue parte del inicio de todo, él escribió el protocolo y es nuestro contacto con centros de salud críticos. Él es el que nos va dando el termómetro de urgencia, dónde hay que enviar las mascarillas. También está el Seba que nos ayuda con logística, tiene que cortar materiales o ir a buscar o acompañar a comprar y está Gabriel que es el único costurero, fue el primero que nos mandó una modificación del modelo de mascarilla que hacíamos para que aumentara su vida útil. Pero son ellos, el resto son todas mujeres”. 

“En general, la mayoría de las costureras son personas que tienen una máquina en su casa, que ven esta urgencia de ayudar, tengo las manos, el tiempo, el instrumento, démosle. Eso igual es super loable porque en el fondo es una inquietud de vocación de servicio. Es ayudar porque hace falta”. 

“Somos ninjas”, me dice Pati, cuando le pregunto por la dificultad para conseguir materiales en una ciudad en cuarentena. Y no puedo evitar pensar en mi madre, mi abuela, en tu tía, en mi profesora. Todas ninjas, intentando sostener muchas vidas y no solo la propia. Y lo decían las paredes desde el 18 de octubre: “las mujeres, lesbianas y marikas siempre hemos tenido toque de queda”.

“Al inicio, el Movimiento de Salud en Resistencia nos donó los materiales y así empezó todo, habían materiales pero faltaba la mano de obra. Usamos batas, sabanillas y materiales de TNT quirúrgico que se ocupa en los hospitales. Y otro material que ocupan dentro del ambiente médico que se llama SMS, una tela compactada muy similar al paño lenci. Eso nos donó la Brigada de Salud en Resistencia y también usamos las toallitas húmedas que son una tela de viscosa que responde a la necesidad de filtrar. Esta unión de capas fue el primer modelo de mascarillas que fue la CCATM01 (colectivo de costureras a toda máquina 01). Ahora estamos en la 02 porque agregamos un bolsillo para los clip que permiten la fijación de la mascarilla al tabique nasal que genera un vacío y es similar a la n95”. 

También trabajan con donaciones en dinero. “Se hacen depósitos en una Cuenta RUT y hacemos un balance semanal. El primer mes estábamos en números rojos, apuntando a que recuperaríamos plata en algún momento, pero había que hacer las mascarillas igual”. 

Pauly cosiendo 🙂
(@costureras_atodamaquina)

Las ollas comunes llevan meses sustentando la vida en los barrios a través de alimentos pero también soporte emocional y las Costureras a Toda Máquina cosen sin parar insumos urgentes. Cocinar y coser, ambos trabajos de cuidado -tradicionalmente feminizados- que ahora para muchos se iluminan como esenciales y que siempre han sido invisibilizados o puestos en menos valor respecto a otras funciones. De esta nueva organización, Pati rescata “la horizontalidad. No hay una diferencia entre el Robert, el médico que redactó el protocolo con una costurera, porque si no estuviera la costurera las mascarillas no existirían, sería una idea que estaría en el aire. La fuerza laboral de este oficio que está super poco valorado es trascendental”. 

Hacemos mil mascarillas a la semana. También hemos tenido reuniones, abrimos el grupo de Whatsapp para los debates y en el fondo recogemos las opiniones de las mismas costureras. En la última, una nos dijo que su hijo le decía ‘mamá tú eres una heroína, estás protegiendo a médicos, enfermeras, auxiliares, personas del aseo de los hospitales”. 

BLOOD SISTERS

Las Costureras comenzaron con la fabricación de mascarillas porque en un inicio era uno de los insumos médicos más urgentes. Pero con el tiempo, aparecieron otras necesidades. “El Movimiento Salud en Resistencia nos pidió una donación de mil toallas para las mujeres del Campamento Dignidad en la comuna de La Florida. Ellos hicieron un operativo de salud sexual y dentro de ese operativo estaba la entrega de estas compresas reutilizables. Nuestra misión de dar soluciones textiles para el tema sanitario se amplió para cubrir esa necesidad de personas que no pueden acceder a comprar toallas higiénicas disponibles en el mercado, porque es muy caro y conlleva una serie de problemáticas para su ciclo, economía mensual y varias consecuencias que se desprenden de eso”, explica Pati. 

“Lo que hicimos fue diseñar un pack por mujer, que consiste en 8 toallas higiénicas, dos nocturnas y seis diurnas que debieran en promedio cubrir dos días de regla. Cada toalla higiénica diurna cubre 8 horas de menstruación. Y en el fondo, mientras ocupan ese pack de 4, las otras cuatro se están lavando”. 

“Hicimos una tirada de mil toallas pero salieron más, siempre tiramos un poco más, así que la donación fue mil 100 y todavía tenemos más, que pensamos entregarlas a las personas que se acercan a las ollas comunes a pedir otro tipo de insumos, entre ellos, las compresas. Muchas personas que en estos minutos se acercan a las ollas comunes no están solamente pidiendo la alimentación del día sino que también mascarilla y toallas higiénicas. Y se gestó un evento musical que busca juntar recursos para financiar otra tirada de toallas. Es una fiesta virtual por Zoom, se pide un aporte sugerido de tres mil pesos y todo lo que se recaude va a financiar más compresas para donar”. 

Pati habla de Blood Sisters, una fiesta virtual que se realizará este jueves 13 de agosto en el que participarán varias músicas como Mariana Montenegro, Dindi Jane, Alex June y Soulfia, entre otras. Puedes conocer todos los detalles acá.

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