Violeta Parra y escribir sobre ser mujer
Violeta Parra, una de las artistas más importantes de la cultura popular en Chile, que creaba en diferentes formatos y promovía un discurso basado en su contexto social. Lo que siempre se acostumbra a mencionar, es que aquellos imaginarios explicados en su obra son atemporales, que incluso ahora, varias décadas después, podemos acercarnos a ellos con total propiedad y también nos identifican.
Pero además de aquella dimensión social, algo que se rescata con menos regularidad es la base de género en su trabajo, de su manera de contar su experiencia como mujer en el mundo.
El contexto en el que se desarrolló la obra de Violeta, no difiere mucho al actual. Lo femenino se construía en base a parámetros como la belleza física, la constitución de la familia y el matrimonio. Con su trabajo, Parra destruye aquellos preceptos, como una criatura indomable a los ojos de la sociedad del momento. ‘Décimas (12): No se escapó ni el vacuno (o Derrámase la noticia)’, ‘Verso por la niña muerta’ y ‘Verso Por Matrimonio’ son ejemplos claros de este desafío, entre varios más, que se mencionan en la Revista Musical Chilena.
<<Detrás de esa mujer sofocada por la domesticidad, había un marido tradicional que lamentaba las heridas de su orgullo masculino. Por más insoportable que le resultara la casa vacía después de una larga jornada laboral, nada podía impedir que Violeta saliera a ganar su pan en los boliches del barrio Estación. “Por ahí ya empezamos a andar mal —sostiene Luis Cereceda—, porque yo siempre fui de esa idea de que la muj er debe estar en la casa. [… ] Cuando discutíamos ella siempre me decía que lo que yo quería era una empleada, no una compañera. Pero yo no podía soportar más, hasta que un día le dije: ‘Bueno, sigue con tu arte, yo me voy’. Al otro día tomé mis cosas y partí”.
“Verso por matrimonio”, un pasaje de sus décimas autobiográficas, da cuenta de aquel proceso. En éste, Violeta Parra se rebela contra los lugares de la masculinidad popular que convirtieron su primera experiencia matrimonial en “diez años de infierno”. Denuncia y condena las noches de farra y borrachera; la infidelidad; la violencia y el desarraigo. Aquellos años de sufrimientos, en los que Violeta pasó “las de Quico y Caco”, encuentran una esperanza hacia el final del texto, cuando nos señala que:
“A los diez años cumplios / por fin se corta la güincha, /tres vueltas daba la cincha /al pobre esqueleto mío, /y pa’ salvar el sentí’o /volví a tomar la guitarra; /con fuerza Violeta Parra /y al hombro con dos chiquillos /se fue para Maitencillo /a cortarse las amarras”>>.
En el trabajo de Violeta Parra, también es posible encontrar referencias a la maternidad. Una de las más sentidas es la que surge del dolor y la culpa por el fallecimiento de la menor de sus hijos, Rosita Clara, quien muere de pulmonía 28 días después de que la cantautora viajara a Polonia, invitada por el Partido Comunista, al Festival de las Juventudes de Varsovia.
“Cuando yo salí de aquí / dejé mi guagua en la cuna / creí que la mamita Luna / me la iba a cuidar a mí / pero como no fue así / me lo dice en una carta / p’a que el alma se me parta / por no tenerla conmigo / el mundo será testigo / que hei de pagar esta falta”, cuenta en ‘Verso por la niña muerta’.
Otra de las dimensiones que ataca y expone tiene que ver, por supuesto, con la imagen y con el castigo que se sufre por no cumplir con los requisitos impuestos. En ‘Décimas (12): No se escapó ni el vacuno (o Derrámase la noticia), relata en primera persona las angustias y el horror que provocan en el resto, sus marcas de la viruela.
“Aquí principian mis penas, /lo digo con gran tristeza, /me sobrenombran “maleza” / porque parezco un espanto. /Si me acercaba yo un tanto, /miraban como centellas, / diciendo que no soy bella /ni pa’ remedio un poquito. /La peste es un gran delito / para quien lleva su huella”.
Las obras de Violeta Parra son constantes cuestionamientos respecto a los roles desempeñados, tanto por hombres como mujeres. Existe una transgresión y un deseo de empujar cada vez más los límites tradicionales creando, en definitiva, una nueva dimensión discursiva en el cancionero popular chileno.
Gracias, Javiera, por el texto. Me ha resultado muy útil para acercarme un poco más al pensamiento y la vida de Violeta Parra.
Hola María José, ¡qué bueno que te fue útil! Me alegro mucho. Y gracias por leer. Un abrazo 🙂