Star Wars VII: el despertar de la fuerza de mujer

Este artículo contiene spoilers sobre la última película.

A pesar de su legión de fans, son varios los que no comulgan con el mundo de Jedis, robots inteligentes y sables láser de Star Wars. No obstante, es innegable que la saga de George Lucas se ha transformado en uno de los referentes culturales más importantes de nuestro tiempo. Asimismo, y a diferencia de la mayoría de las películas de ciencia ficción, la trama contaba con un personaje protagónico femenino: Leia. Como buena princesa, es capturada y debe ser rescatada por su hermano Luke, el héroe de la saga. Sin embargo, no tenía problemas para enfrentarse al lado oscuro de la fuerza con su pistola bláster y un carácter lejano a la dulzura de las princesas. Lamentablemente, el personaje de Leia igual fue cosificado y transformado en un objeto sexual para la cultura geek después de aparecer con un bikini metálico en una de las películas de la saga.

Por décadas, la industria audiovisual se ha caracterizado por perpetuar los estereotipos de género y hacer de los personajes femeninos un mero accesorio. Tan marcado ha sido que incluso en los ochenta se inventó una prueba para comprobar la participación de las mujeres en las películas. Para pasar el test de Bechedel hay que contestar tres simples preguntas: ¿hay al menos dos personajes femeninos? ¿hablan entre ellos? ¿y dicha conversación no se trata de un hombre? No es una sorpresa que la mayoría de los filmes hollywoodenses no pasan esta prueba. El cine adora a las mujeres en pantalla, pero con la boca bien cerrada (acá puedes ver más sobre la representación de las mujeres en los medios y la industria cultural).

Por eso fue tan llamativo que en la última película de Star Wars, estrenada en diciembre pasado, la protagonista y heroína de la historia fuese una mujer. Mientras en las primeras entregas la princesa Leia acompañaba a Luke y Han Solo en su viaje heróico, en El despertar de la fuerza es Rey quién debe enfrentarse al lado oscuro, vencer a sus propios fantasmas y descubrir su fuerza interior, para transformarse en la verdadera heroína de la historia. Alrededor de ella giran el resto de las tramas e incluso al final deberá ser ella la que rescate a Finn, su co-protagonista, superando en una batalla de sables láser al villano de la película. Rey es independiente y no necesita de hombres que la cuiden, para sorpresa de los personajes masculinos que repetidamente le preguntan si necesita ayuda o si “está bien” después de que ella se ha defendido sola o se ha liberado sin ayuda luego de ser secuestrada. A diferencia de la princesa Leia, Rey no es una damisela en peligro que debe esperar a un héroe que la rescate, sino al contrario, es ella la que lleva la acción y protagoniza la nueva Star Wars.

leia rey

Es cierto que solo se trata de una película. Seguramente habrán varias otras protagonizadas por mujeres y ninguna de ellas ha sido una solución para la desigualdad de género. Pero en este caso estamos hablando de Star Wars. Dos palabras que garantizan millones de dólares y que están presentes en el inconsciente colectivo de gran parte de Occidente. Que la industria audiovisual opte por una protagonista femenina para la última cinta, así como para las dos próximas entregas que completarán la saga, no es un asunto menor. Más aún cuando estas películas se han transformado en verdaderas religiones para la cultura geek, donde el rol de las mujeres se circunscribe a ser objetos de deseo, estar en peligro o ser las villanas de la historia. No tenemos acceso a las reales motivaciones de guionistas o productores, pero no es una imprudencia creer que la causa feminista por la igualdad han tenido una resonancia en una industria tan influyente en nuestra sociedad.

Sólo basta pensar en las posibles consecuencias. En cuántos niños y niñas que saldrán del cine con la imagen de una mujer fuerte, independiente y tanto o más fuerte que los hombres de una película de acción. En todos aquellos que querrán manejar naves como ella o liderar a la Resistencia para vencer a la Primera Orden ¿Quién quiere ser princesa cuando se puede ser la heroína? Pero ojo, este protagónico solo es una pequeña victoria: la lucha por la igualdad de género está lejos de terminar. Incluso en este caso, con los fabricantes de juguetes de Star Wars que consideraron pertinente excluir a Rey de su set de muñecos de la saga, ya que sus ejecutivos creían que “ningún niño quiere recibir un producto con un personaje femenino en él”. Por cierto, su visión de mercado se golpeó de frente con la verdadera demanda, que terminó por exigir los juguetes de la protagonista en Twitter con el hashtag #WhereIsRey (Dónde está Rey), lo que obligó a la compañía a lanzar productos de ella.

star wars

Al igual que los medios de comunicación, las producciones de entretenimiento influyen directamente en las ideas y acciones de las personas. Que existan cambios respecto a los roles de género en la industria cinematográfica es una buena señal para la lucha feminista y un estímulo para seguir batallando por una sociedad más igualitaria y justa para la mujer.

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