Nunca estuviste aquí: Mujeres quedan fuera del premio de Sindicato de Directores de América

Ahora podemos agregar el 2019 como otro año donde las nominaciones del DGA no incluyen a las mujeres dentro de sus categorías. Sin embargo, sí consideraron la opción de nominar a un hombre acusado de pedofilia. Y porque es necesario, enlistamos cinco películas dirigidas por mujeres que no hay que pasar por alto.

El domingo 6 de enero, Bohemian Rhapsody, película que cuenta parte de la historia de la banda Queen, ganó el Globo de Oro a mejor película de drama y se instaló la pregunta: ¿Podría este triunfo predecir una posible nominación de Bryan Singer a mejor director en el Sindicato del gremio y quizás en los Oscars?

Singer recibió una primera denuncia en 1997 por filmar una escena con niños desnudos sin autorización para la película Apt Pupil, evento al cual le han seguido acusaciones de abuso de menores en fiestas organizadas por él mismo (línea de tiempo sobre acusaciones contra Singer en Indiewire).

La última denuncia contra Singer fue hecha en diciembre del 2017 -luego de la explosión del movimiento Me Too– por el delito de violación contra el actor César Sánchez-Guzmán a la edad de 17 años. Días antes, el director fue desligado de su rol de director de Bohemian Rhapsody mientras estaba siendo grabada y su oficina desalojada de 20th Century Fox, compañía que produjo la película.

Aún no está claro si el estudio despidió a Singer como manera de blindar la película (el tema fue evitado en la sala de prensa post Globos de Oro) y sus posibles nominaciones, sin embargo, su contratación llegó años después de la primera denuncia, por lo que no parece haber importado mucho la reputación del director.

El Sindicato de Directores de América (DGA por sus siglas en inglés) reconoce una vez al año la mejor dirección en televisión, cine y publicidad y por tanto, anticipa los posibles nominados a mejor dirección en los Oscars. De los últimos 18 ganadores del sindicato -sorpresa: una sola mujer-, solo Ben Affleck no fue nominado al premio de la Academia.

Finalmente, las nominaciones del DGA en sus dos categorías de largometrajes (Mejor película y mejor primera película) fueron anunciadas el martes 8 de enero y por suerte Bryan Singer fue omitido, pero sus probabilidades no eran tan bajas. A pesar de ser despedido, las reglas del DGA determinaron que él era el director y debido a su desempeño en taquilla -en Chile fue la segunda película más vista del año– y ahora en la temporada de premios, era inevitable pensarlo.

La verdad es que mientras veía las nominaciones y sentía el alivio de no ver el nombre de Singer ahí, también se me cruzó un sentimiento que puede ser expresado en pretendstobeschoked.gif. Ninguna mujer fue nominada en ninguna de las categorías de cine y probablemente sea también así en los Oscars. Esta vez no quiero volver a repetir lo que se dice sobre que hay mujeres que hacen cine porque eso no es nada nuevo. Greta Gerwig, Sofia Coppola, Claire Denis, Dominga Sotomayor, Patty Jenkins y muchas más son quienes lo demuestran. Ahora quiero enfocarme en lo importante: recalcar que no hay que dejar de ver películas hechas por mujeres. Por esto mismo, me tomo la autorización para recomendar cinco películas hechas en el 2018 por extraordinarias directoras que pienso se merecen un lugar en esas categorías de premios, porque esas instancias sirven para visibilizar sus trabajos, por muy superficial que sea la alfombra roja que los antecede. Es útil para conseguir financiamiento, contratos con productoras, distribución y audiencias, nos guste o no. Si no es así, nos están diciendo que nunca estuvimos ahí.

Y ahora, la lista:

You were never really here – Lynne Ramsay (Amazon)

En We Need to Talk About Kevin (2011), el personaje de Tilda Swinton se desmorona poco a poco frente a un hijo (Ezra Miller) que la desprecia. En You Were Never Really Here, Joe (Joaquin Phoenix) ya está destrozado. Sufre de estrés post traumático y ocupa las horas de su día siendo un asesino a sueldo, además de compartir con su mamá, de ya avanzada edad. Por un encargo, Joe debe ir a rescatar a la hija de un político secuestrada por una red de pedofilia. Lynne Ramsay, en su primera película en siete años, logra retratar la historia de personajes que al borde del fin, se enfrentan a la crueldad, el terror, el abandono y esta vez, pueden encontrar una luz en el tormento. Además, nada mejor que Joaquin Phoenix pegándole con martillos en la cara a pedófilos.

Private Life – Tamara Jenkins (Netflix)

La historia va así: Richard (Paul Giamatti) y Rachel (Kathryn Hahn) son una pareja que casi en sus cincuenta años quiere tener un hijo. Él es un dramaturgo retirado y ella una escritora que gastan todos sus recursos en una clínica de fertilidad. Después de muchos fallidos de inseminación, se les ofrece una última posibilidad: recibir un óvulo donado e insertarlo en el útero de Rachel. Ella no quiere un huevo ajeno, así que le pide a su sobrina de 25 años si puede ser la donante, lo cual acepta. El mayor acierto de Private Life es representar la búsqueda de un propósito en la vida que funciona para los espectadores. Es difícil no identificarse con las interacciones familiares que el guión presenta y no empatizar con los protagonistas en su búsqueda incesante.

The Tale – Jennifer Fox (HBO)

Hace unas semanas se comenzó a hablar de una posible modificación al Código Penal de Chile y un grupo de hombres recomendó bajar la edad de consentimiento a 12 años (la actual es de 14). Al momento de leer la noticia, se me hizo imposible no pensar en esta película protagonizada por Laura Dern, quien ya en su adultez, comienza a recordar su primera relación a los 13 años con su instructor de equitación, mucho mayor que ella. La historia es de la propia Jennifer Fox quien aquí revisa los efectos del abuso sexual en la memoria y las relaciones en el transcurso de la vida. Bellamente grabada y con actuaciones que no hay que perderse.

To All The Boys I’ve Loved Before – Susan Johnson (Netflix)

Las comedias románticas adolescentes casi siempre siguen la lógica de la niña que no es atractiva para el mainstream y que secretamente le gusta el hombre más popular y probablemente fuera de su alcance. El año pasado  Netflix estrenó una película que pésimamente sigue aquella lógica (Sarah Burgess is a Loser), remedió un tanto aquel error con To All The Boys I’ve Loved Before, la adaptación fílmica del libro del mismo nombre . Lara Jean tiene una buena vida, una familia adorable y buenas amigas en el colegio, pero está enamorada de Josh, el pololo de su hermana. Cuando una carta de confesión de amor que nunca debería haber visto la luz llega a él, Lara Jean evita el tema simulando una relación con Peter Kavinsky, una que florece en la pantalla y se la roba con nobleza y simpatía. Aquí no hay lamentos baratos y en cambio vemos a una adolescente justamente representada.

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